(2) Entonces Saúl se levantó y descendió al desierto de Zif, con tres mil hombres escogidos de Israel con él, para buscar a David en el desierto de Zif. (3) Y Saúl acampó en el collado de Hachila, que está delante de Jesimón, junto al camino. Pero David se quedó en el desierto y vio que Saúl venía tras él al desierto.

Observe cuán poco efecto había dejado en su mente la pretendida contrición de Saúl. ¡Pobre de mí! Hasta que la gracia no produzca un cambio salvador en el corazón, no habrá verdadero dolor ni verdadero arrepentimiento en el alma.

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