Este discurso de Abías es muy animado y poderoso. Señala la iniquidad de Jeroboam, quien como siervo se había levantado en abierta rebelión contra su Señor. Pide a la gente que se dé cuenta de los hombres vanidosos, ligeros e insignificantes que fueron sus partidarios. A continuación, se refiere al terrible estado en el que se encontraban él y su ejército, con respecto a la religión. Había abandonado la verdadera religión del Dios de Israel, había establecido becerros para dioses y consagrado hombres impíos para sus sacerdotes. Como si hubiera dicho: ¿Es posible que alguno de ustedes pueda concebir que tal causa pueda prosperar?

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