El relato que se da aquí de la prudencia de Jeosafat para fortalecerse en su reino, es mucho menos interesante que lo que se dice de él, de su andar en el consejo del Señor. La característica más hermosa de cada personaje es la gracia. Cuán verdaderamente conveniente es; ya que todo lo que tenemos le debemos al Señor, que el dador generoso tenga, aunque sea como arrendatario de tal Señor, la renta justa de su propiedad.

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