Debería parecer por lo que Eliseo le dijo a Giezi acerca de los olivares, viñedos y cosas por el estilo, que el profeta no solo conocía por enseñanza divina el pecado de Giezi, sino el plan que tenía al buscar la riqueza de Naamán. Probablemente estaba planeando un plan para disponer del dinero, en la compra de esas cosas para él y su familia. Observe, si es así, qué compra terrible había hecho, en lugar de la que pretendía.

Él y su simiente serán marcados con una enfermedad repugnante y con la infamia para siempre. ¡Oh! ¡Vosotros padres infelices, engañados y miserablemente equivocados! ¿No os traspasáis de muchos dolores cuando decidéis ser ricos? ¡Oh! Señores ¡Qué felicidad real traes a tu descendencia, aunque les impongas las propiedades más grandes! Y si por la compra del tesoro de este mundo para tus hijos, sacrificas tu propio bien eterno; Piensa en una hora agonizante, con qué reflejos en ti mismo, o con qué agradecimiento y afecto real de ellos, tu mente se consolará.

¡Oh! para que esa solemne sentencia de nuestro adorable Señor, sea escrita en las paredes de la casa de todo hombre mundano, y resuene en sus oídos todos los días; ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su propia alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma? Mateo 16:26 .

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