(9) Pero Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no descendió a su casa.

Si Urías tenía alguna aprensión acerca de él, acerca de la fidelidad de su esposa; o si, como soldado, decidió no separarse del resto de los guardias del rey; o si el Señor anuló este asunto, para que la culpa de David fuera más palpable y evidente, no me atrevo a decirlo. Pero así fue, que Urías no volvió a su casa esa noche.

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