(9) Aquel día David tuvo miedo de Jehová, y dijo: ¿Cómo vendrá a mí el arca de Jehová? (10) David no quiso trasladarle el arca del SEÑOR a la ciudad de David, sino que la llevó aparte a la casa de Obed-edom geteo. (11) Y el arca del SEÑOR permaneció en la casa de Obed-edom geteo tres meses; y el SEÑOR bendijo a Obed-edom y a toda su casa.

La humildad y el santo temor de David fueron apropiados en esta ocasión; pero su falta de fe fue nuevamente reprobable. Este es solo un carácter breve de Obed-edom, pero es dulce. ¡Lector! el arca evidentemente tipificaba a Cristo. Quien presuma pensar, como Uza, que el Arca de Dios está en peligro; que este pobre brazo de carne puede ayudar a Jesús; como Uza, presume, y como Uza, morirá. Pero quien, como Obed-edom, recibe a un Cristo completo en su casa, en su corazón; el Señor Jehová bendecirá a ese hombre, esa casa, esa familia, por amor de Jesús. ¡Oh! precioso Redentor! ven tú y haz tu morada en mi casa, mi corazón y todo lo que me pertenece.

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