(14) Y puso guarniciones en Edom; por todo Edom puso guarniciones, y todos los de Edom fueron siervos de David. Y el SEÑOR preservó a David dondequiera que fue.

¿No podemos espiritualizar este pasaje, y decir verdaderamente, en alusión a la guerra santa, cuando el Señor ha sometido las corrupciones de nuestra naturaleza por las conquistas de su gracia, no el Espíritu Santo guarnece nuestras almas con su divina presencia, y convierte las mismas armas, nuestro tiempo y talentos, que en estado de naturaleza, llevamos adelante como artillería contra el cielo; ¿No convierte el Señor estas mismas cosas para su propia gloria y servicio?

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