Ruego al lector que preste especial atención a lo que se incluye entre paréntesis, que él es tu vida y la duración de tus días. ¿No se refiere esto claramente al SEÑOR JESÚS? ¿Quién es la vida de su pueblo, sino el que ha dicho: Yo soy el camino, la verdad y la vida? Nadie viene al PADRE sino por mí. ¡Queridísimo SEÑOR! sé tú mi vida y mi porción para siempre. Juan 14:6

REFLEXIONES

¡MIRAD! alma mía, la seriedad con la que Moisés, el hombre de DIOS, prosigue su Sermón, en la forma cálida y apasionada que adopta al terminarlo, para persuadir a los israelitas al deber y la obediencia. ¡Pero Ay! ¿Qué persuasión puede operar hasta que la gracia suplica en el alma? Cuando hayas visto completamente el cuadro solemne, y estés completamente satisfecho de tus propios sentimientos, que nada menos que la gracia soberana, puede ser competente para refrenar las pasiones corruptas de la naturaleza caída del hombre; entonces, alma mía, aparta tu mirada de Moisés para contemplar al SEÑOR JESUCRISTO: y contempla en él la única fuente posible que capacita a los pecadores tanto para querer como para hacer de su buena voluntad.

¡Oh! Tú siempre bendito JESÚS, que eres la primera causa y el fin último de todas las esperanzas, la fuerza, la capacidad, los santos deseos de tu pueblo. En ti contemplamos un alivio adecuado para todas nuestras necesidades. Eres tú y solo tú, que por la influencia de tu ESPÍRITU SANTO en la mente de tu pueblo, primero despiertas la vida eterna; y como engendras, solo tú puedes mantenerlo, sostenerlo, preservarlo y llevarlo a cabo desde el día de hoy en el alma.

¡Oh! permíteme unirme a ti, porque tú eres mi vida, y la duración de mis días; tú eres mi esperanza y mi porción para siempre. ¿Tú, por la dulce y constreñida influencia de tu ESPÍRITU SANTO, mantenme cerca de ti mismo, para que pueda vivir en tu plenitud, tener los vivos actos de fe en tu persona y vivir para tu alabanza aquí, hasta que me traigas a casa? , para regocijarme en tu gloria para siempre.

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