REFLEXIONES

¡LECTOR! ¿Nunca ha visto una congregación como la descrita aquí por el Profeta? Pero, ¿qué burbuja es el hombre para sí mismo, que así juega con el Señor y engaña a su propio corazón? ¡Señor! Ayude tanto al escritor como al lector a mantener el pie cuando vaya a la casa de Dios y desee fervientemente adorar a Dios, quien es Espíritu en espíritu y en verdad.

¡Precioso Señor Jesús! ¿Pongo en tus tipos a Noé, Daniel y Job, he aquí cada vez más tu gloriosa persona, obra y justicia? ¡Qué sino tu santidad, oh Cordero de Dios! ¿Puede refugiarse de la ira divina en el día de la visitación divina? ¿Y qué, sino tu sangre, rociada sobre las conciencias, puede impedir que el ángel destructor entre en el día de la matanza de las casas de tu Israel? ¡Oh! Dios Todopoderoso y Padre! Te bendecimos por Tu gracia y misericordia, y por el cumplimiento de todos Tus compromisos del pacto, al sacar de la destrucción y traer a casa a la seguridad eterna, el remanente de Tus hijos e hijas.

Bendito sea para siempre el SEÑOR en todas sus obras y en todos sus caminos. En verdad, Señor, hay que decirlo, tanto con juicio como con misericordia, el Señor ha hecho bien todas las cosas. Él ha hecho todas las cosas para sí mismo, incluso el impío para el día del mal.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad