¿Hay algo nuevo o maravilloso en esto? ¿Qué siervo, qué profeta, qué apóstol, eminente en el servicio de su Señor, pero ha sido puesto en la misma situación? No, ¿qué fue el mismo Señor, al presenciar ante Poncio Pilato una buena confesión, pero lo mismo? ¡Oh! ¡Qué bendición ser testigo del testimonio de Jesús!

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad