No puedo admirar suficientemente la fidelidad del Profeta, en tiempos de peligro tan general. Qué uniformidad manifestó Jeremías en su oficio de hablar las verdades de Dios. ¡Oh! para que el Señor dé a su Iglesia, en todas las épocas, ministros fieles como él, ya sea que los hombres escuchen o se abstengan.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad