(6) ¶ Un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante del SEÑOR, y Satanás también vino entre ellos.

No puedo detener al lector de este humilde comentario con un relato extenso y circunstancial de lo que las escrituras relatan acerca del gran enemigo de las almas, ni de la obra y agencia del diablo, como se establece en sus planes para la destrucción de los hombres. Doy por sentado que mi Lector está demasiado bien establecido por la gracia, en la perfecta convicción tanto de la realidad de su persona como de la malicia de sus designios, para necesitar alguna observación sobre estos puntos.

Que él, desde la primera seducción de Adán en el jardín hasta la hora presente, haya tenido acceso a los corazones de los hombres, es una verdad demasiado triste para pensar en ella, pero con dolor; y demasiado cierto, pero para ser lamentado con lágrimas. Es su trabajo diabólico y su deleite seducir a los pecadores hasta su ruina. Llenó el corazón de Judas para traicionar a Cristo, y de Ananías para mentir al Espíritu Santo; y llevar cautivos a los pobres pecadores a su voluntad.

2 Timoteo 2:26 ; Hechos 5:3 . Sin duda, como es un enemigo vencido, todo lo que se le permite ejercer en la mente del pueblo de Dios, como en el caso de Job, es solo para brindar así una mayor oportunidad para la manifestación de la gracia soberana de Dios, la victoria de Jesús y su la felicidad de la gente.

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