(3) También contra sus tres amigos se encendió su ira, porque no habían hallado respuesta y, sin embargo, habían condenado a Jobadías.

Ciertamente, la ira de Eliú estaba bien fundada contra los tres amigos de Job, porque salieron para consolarlo y habían aumentado su aflicción. Lo acusaron de hipócrita, pero ninguno de los dos pudo hacer valer la acusación. Eliú se puso de pie como árbitro y condenó a todos. Hasta ahora actuó con imparcialidad.

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