Ruego al lector que observe la unción de Jefté. Fue el mismo espíritu que vino sobre Jefté, que descendió sobre el Señor Jesús, sólo que con esta diferencia, sobre Jefté, según la medida del don de Cristo; sobre el Señor Jesús sin medida. Pero es delicioso contemplar que la unción y la calificación del Señor Jesús y su iglesia es una y la misma. Todo esto obra aquél, y el mismo espíritu, repartiendo a cada uno individualmente como quiere.

Ver Efesios 4:7 ; Joh 3:34; 1 Corintios 12:11 .

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