Aunque no tenemos más registro de Sansón, sin embargo, su reinado como juez en Israel, formó este período de veinte años.

REFLEXIONES

QUERIDO Jesús! Que yo, en estas opiniones de Sansón, que lo representan entregado por sus compatriotas en manos de sus enemigos, dirija mi alma instantáneamente a la contemplación de ti y de tu entrega voluntaria; cuando, en la realización de la redención, le diste la espalda al que golpeaba, y las mejillas a los que le arrancaban el cabello. Y que mi alma te vea de tal manera, con esta marca inigualable de gracia y condescendencia, que tenga todo mi corazón interesado en todo lo que te concierne.

Pero ¡oh! Precioso Jesús, mientras contemplo tu incomparable poder, desplegado al romper en pedazos las ligaduras de la muerte, manifiestas la misma omnipotencia al romper las ligaduras del pecado y la muerte en mí. ¡Señor! Romper las ligaduras de Satanás, el hombre fuerte armado, en mi corazón; afloja su dominio sobre mi pobre naturaleza caída, y sácame de la prisión espiritual, donde ha mantenido cautiva mi alma durante mucho tiempo. Y por fin, cuando atravieses el camino y vengas en las nubes al juicio, ¡oh! Levanta mi cuerpo, liberado de las ataduras de la corrupción, para glorificar el triunfo de mi Dios y Salvador; que habiendo conocido en esta vida el poder de su resurrección por gracia, pueda estar en esa vida entre los resucitados a la gloria, por los méritos y la salvación de Jesús solamente.

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