Hay algo muy llamativo en esta breve conversación; por breve que sea, transmite mucho más de lo que expresan las meras palabras. Si este ángel era, como todo el sentido del pasaje parece insinuar, el Señor Jesús, es muy cierto que el Señor estaba con él. La respuesta también es sorprendente: porque según la lectura caldea, las palabras son: Si la Shejiná (el carácter bien conocido de la simiente prometida del Señor) es nuestra ayuda, ¿por qué entonces nos ha sucedido todo esto? ¡Lector! observe cuán común es en todas las épocas que el pueblo del Señor sea un pueblo probado.

¡Y lector! agregue este otro comentario a la observación; si el pueblo del Señor es un pueblo pecador, sus ofensas serán castigadas con varas. Salmo 89:30 .

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