Y él dijo: Mirad que no seáis engañados, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y el tiempo se acerca; por tanto, no vayáis en pos de ellos. Pero cuando oigáis de guerras y conmociones, no os aterroricéis, porque es necesario que estas cosas sucedan primero; pero el final no es poco a poco. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá en diversos lugares grandes terremotos, y hambres y pestilencias; y habrá cosas espantosas y grandes señales del cielo.

Pero antes de todo esto, te impondrán las manos y te perseguirán, entregándote a las sinagogas y a las cárceles, y serán llevados ante reyes y gobernantes por causa de mi nombre. Y se volverá a ti en busca de testimonio. Dejad, pues, en vuestro corazón, no meditar antes de lo que habéis de responder: porque os daré una boca y una sabiduría que todos vuestros adversarios no podrán contradecir ni resistir.

Y seréis traicionados por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de vosotros. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de tu cabeza. En vuestra paciencia poseed vuestras almas. Y cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed que se acerca su desolación. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y salgan los que están en medio de ella; y no entren en ella los que estén en los países.

Porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran angustia en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles.

Tanto Mateo como Marcos han relatado la misma profecía de Cristo; y las predicciones de nuestro Señor en ambos evangelistas fueron casi las mismas. Me refiero, por tanto, a ellos, para evitar que nuestras páginas se hinchen más allá de los límites que debo observar. Vea Mateo 24:1 todo momento, y Marco 13:1 de la misma manera.

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