REFLEXIONES

Mientras leo en este capítulo la infeliz conducta de Israel, me encargaría de buscar continuamente la gracia, no sea que caiga en el mismo ejemplo de incredulidad. ¡Porque soy mejor que ellos! ¡No! de ninguna manera. Se dice que pecaron diez veces al tentar a DIOS y no escuchar su voz. Mientras que mi corazón rebelde e incrédulo ha hecho de ella una vida de desobediencia a la voz y al llamado de DIOS todo el tiempo.

¡Oh, Dios misericordioso y PADRE en CRISTO JESÚS! Cuán precioso, a mi modo de ver, es ese carácter entrañable en el que estás representado, sin ejecutar la fiereza de tu ira, porque eres DIOS y no hombre, el Santo en medio de tu pueblo. Y tú, no menos siempre precioso, siempre bendito JESÚS, por cuyos incesantes méritos, en la obra completa de tu redención, y tus ruegos perpetuos, en los que Moisés, como tu representante en la tierra, defendió al pueblo, siempre vives para interceder. por los pecadores; ¡Cuán cada vez más querido eres en tu persona, oficios y carácter, para mi alma bajo todas las convicciones renovadas que continuamente estoy recibiendo, de mi indignidad e incredulidad ante ti! ¡SEÑOR JESUS! emprende por mí, y por las dulces influencias constreñidas de tu ESPÍRITU SANTO, guarda mi pobre corazón de toda murmuración,

¡Oh, ESPÍRITU SANTO! Consolador de tu pueblo, y guía a toda verdad, concédeme la misma bendición inestimable que tu siervo Caleb, para que siga al SEÑOR plenamente. Y entonces, bajo tus influencias divinas, seré capacitado, como lo hicieron él y Josué, para defender la causa de un maestro fiel, en medio de las contradicciones y las malas calumnias de hombres impíos y profanos. ¡Oh! por este corazón nuevo y espíritu recto dentro de mí, que son ambos tu regalo inmerecido.

Porque, entonces, misericordioso SEÑOR, no entraré en condenación con el mundo impío e incrédulo, cuyos cadáveres cayeron en el desierto; pero por medio del regalo del PADRE, y la sangre y la justicia del Redentor, ciertamente seré conducido por ti, tú, ESPÍRITU SANTO, a la buena tierra, y alcanzaré el reposo que queda para todo el pueblo de DIOS. Amén.

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