El lector debe notar en este lugar, que esta ofrenda elevada fue designada para ser observada cuando Israel entrara en la tierra prometida. Fue una ofrenda de tributo que insinuaba que la bendición de la comida provenía de la generosidad de DIOS. En el desierto, esta ofrenda no era tan esencial, porque como la gente fue alimentada con maná que descendía del cielo, el lugar de donde provenía demostró quién era el dador.

Pero en Canaán, la gente debía alimentarse de los frutos de la tierra. Y como su propio trabajo ayudó también a producir su sustento, sus corazones podrían sentirse impulsados ​​a decir: Mi mano y mi poder han hecho esto. ¡Mi alma! aprenda aquí para anotarlo, que todas las bendiciones, ya sea arriba o abajo, son del SEÑOR. Esté siempre dispuesto a dar su ofrenda elevada por todo lo que tiene. ¡Queridísimo JESÚS! santifica todo, porque todo es de ti; y de ti, y en ti, que disfrute de todo. 1 Corintios 3:22 .

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