Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; porque has mostrado más bondad al final que al principio, por cuanto no seguiste a los jóvenes, ni a los pobres ni a los ricos. (11) Y ahora, hija mía, no temas; Haré contigo todo lo que me pidas, porque toda la ciudad de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa. (12) Y ahora es verdad que soy tu pariente más cercano; sin embargo, hay un pariente más cercano que yo.

(13) Quédate esta noche, y será por la mañana, que si te hace el papel de un pariente, bien; que haga el papel de pariente; pero si no te hace el papel de pariente, yo haré contigo el papel de pariente, como vive el SEÑOR: acuéstate hasta la mañana.

La generosidad y la grandeza de espíritu de Booz, para condescender a la situación de esta pobre criatura, no es más admirable en la historia que la obediencia también que él manifestó a la ley de Dios. Booz sabía que la ley de Dios había previsto para tales casos; y como tal, no se refugió en la disparidad de circunstancias, sino que se declaró dispuesto a hacer la parte del pariente, si el que estaba más cerca de un pariente, y por lo tanto tenía un reclamo previo, se negaba a hacerlo. Y aunque, sin duda, el primer y principal motivo que operó en la mente de Booz en este asunto fue la obediencia a la ley divina, sin embargo, muy amablemente le comentó a Rut que su apego a la familia y la casa de Israel, al irse todos los parientes de Moab y los dioses del lugar, desde la muerte de su esposo, fueron tales evidencias de su virtud,

Estos son puntos muy interesantes, simplemente considerados como una historia, y merecen ser notados. Pero cuando el lector les haya prestado toda la debida atención a este respecto, le pediría que me comentara los puntos mucho más importantes que nos impresionan en el pasaje, considerados en su significado espiritual. Cuando un pobre pecador desechado es llevado por el Espíritu Santo a conocer al Señor Jesús, tiene barba de su gracia y se acuesta a sus pies, deseando ser cubierto con la falda de su manto, el Hijo de Dios toma aviso inmediato de la pobre criatura, y como él conoce todo su estado y circunstancias, insinúa para aliento de la pobre criatura, que no es ajeno ni a sus deseos ni a sus deseos; y promete, en la seguridad de los compromisos del pacto de su Padre,

Quizás el pariente más cercano al que aquí aludimos 1 podría significar los ángeles, que en un sentido, considerados en la escala de la existencia de las criaturas, podría decirse que están más cerca. Pero de estos no pudo haber ayuda, porque el Señor Jesús es presentado por el profeta, diciendo: Miré y no había nadie que me ayudara; y me asombré de que no hubiera nadie a quien sostener; por tanto, mi propio brazo me trajo la salvación, y mi furor me sostuvo. Isaías 63:5 .

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