REFLEXIONES

LECTOR: No sé con qué ejercicios del alma o aflicciones puede herir su corazón; pero me atrevo a creer que el verdadero alivio que hay debajo de todo es ver a Cristo en sus inigualables dolores. Examinarnos detenidamente a nosotros mismos, o nuestros propios dolores, y magnificarlos, nunca traerá consuelo. Pero si veo a Jesús con el ojo de la fe, en el camino de la tribulación; si sigo sus pasos, y él me llama y me guía por el camino de los pasos de su rebaño, donde alimenta a sus cabritos, junto a las tiendas de los pastores; Sentiré consuelo.

Le miraron y se iluminaron, y sus rostros no se avergonzaron. Aquel cuyo pan era ceniza y cuya bebida estaba mezclada con lágrimas, convertirá mi agua en vino; dulcifica mis cruces y haz que mis lágrimas se vuelvan como el jugo especiado de la granada. Que el Señor el Espíritu Santo glorifique tanto al Señor Jesús a nuestra vista; ¡Haz que, en nuestros dolores, así como en nuestros gozos, estemos siempre mirándolo a Él, viviendo en Él, caminando con Él y haciéndolo nuestro todo en todos, en cada estado!

Y, lector, no pasemos por alto la bienaventuranza que encierra este salmo de victoria segura y feliz resultado de todos nuestros ejercicios. Los que siembren llorando cosecharán con alegría. El amor inmutable de Jesús, la justicia eterna y todos los compromisos del pacto de Jehová en y para Él, hacen que todo sea seguro y fijo. Aunque todas las cosas están cambiando, fluctuando, muriendo, pereciendo aquí abajo; - aunque en nosotros mismos, en nuestros amigos, en nuestras casas, en la iglesia, en el mundo; todo como una vestidura se dobla y se apresura a descomponerse; pero Jesús vive, y en eso todo está seguro; porque ha dicho: Porque yo vivo, vosotros también viviréis.

Dios te salve, santo, grande y todopoderoso Salvador. Tú eres aquel a quien el Padre ama, y ​​todas las cosas entregó en tus manos. Eternamente seguros en ti, estamos protegidos de todo peligro: tus hijos continuarán, y tu descendencia será establecida delante de ti. Y cuando el corazón, las fuerzas y todo falte, tú eres y serás la fortaleza de nuestro corazón y nuestra porción para siempre.

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