Ésta es una oración hermosa y sumamente interesante; y, después de la visión que el apóstol ha dado de este tema, en su Epístola a los Romanos, a la que me referí antes, ¿no podemos considerarla claramente dirigida a la iglesia del ¿Los gentiles se usarán diariamente en el trono y el propiciatorio para su rama mayor, los judíos? como si el clamor fuera universal: Señor, ayuda a tu iglesia; injerta de nuevo tus ramas antiguas. Y, lector, no dejes de comentar conmigo la referencia que la Iglesia tiene de Cristo, el hombre a la diestra de Dios, el hombre cuyo nombre es el Renuevo, y en quien está la vida; y quien dijo: Porque yo vivo, vosotros también viviréis.

Este es él, el Intercesor, y de cuya intercesión se permite que la higuera estéril, aunque estorbe la tierra, permanezca un año más; Lucas 13:7 . Y observa, la promesa de la iglesia, tanto judía como gentil, es que no nos alejaremos de ti, si quieres darnos vida. ¡Dulce verdad! Nadie da vida, y nadie mantiene viva su propia alma.

Observe también la oración tres veces repetida para que el rostro del Señor resplandezca sobre nosotros y su brazo nos haga girar: Sí, si el Señor vuelve el corazón, entonces, y no de otra manera, el corazón se transforma. Y, finalmente, observe que como esta oración se repite tres veces, así el Señor le ordenó a Aarón tres veces que bendijera al pueblo en el nombre de Jehová: seguramente todas las personas de la Deidad debían ser tenidas en cuenta, como una bendición conjunta y solidaria al pueblo. . Números 6:1 .

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