• Deuteronomio 8:11

    “Cuídate de no olvidarte del SEÑOR tu Dios, dejando de guardar sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te mando hoy.

  • Deuteronomio 8:12

    No sea que cuando comas y te sacies, cuando edifiques buenas casas y las habites,

  • Deuteronomio 8:13

    cuando se multipliquen tus vacas y tus ovejas, cuando se multipliquen la plata y el oro, y cuando se multiplique todo lo que tienes,

  • Deuteronomio 8:14

    entonces se llegue a enaltecer tu corazón y te olvides del SEÑOR tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.

  • Deuteronomio 8:15

    Él es quien te hizo caminar por un desierto grande y terrible, de serpientes ardientes y de escorpiones; una tierra sedienta donde no había agua. Él es quien sacó para ti agua del duro pedernal.

  • Deuteronomio 8:16

    Él es quien te sustentó en el desierto con maná, comida que no habían conocido tus padres, con el propósito de humillarte y probarte para al final hacerte bien.

  • Deuteronomio 8:17

    No sea que digas en tu corazón: ‘Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad’.

  • Deuteronomio 8:18

    Al contrario, acuérdate del SEÑOR tu Dios. Él es el que te da poder para hacer riquezas, con el fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

  • Deuteronomio 8:19

    “Pero sucederá que si alguna vez llegas a olvidarte del SEÑOR tu Dios, y caminas en pos de otros dioses y les rindes culto postrándote ante ellos, entonces yo testifico hoy contra ustedes que perecerán totalmente.

  • Deuteronomio 8:20

    Como las naciones que el SEÑOR destruirá delante de ustedes, así perecerán; porque no han escuchado la voz del SEÑOR su Dios.

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