• Eclesiastés 6:4

    Porque vino en vano y a las tinieblas se fue, y su nombre quedará cubierto con tinieblas.

  • Eclesiastés 6:5

    Aunque no vio el sol ni nada conoció, más sosiego tiene este que aquel.

  • Eclesiastés 6:6

    Aunque aquel viva mil años dos veces sin gozar del bien, ¿no van todos a un mismo lugar?

  • Eclesiastés 6:7

    Todo el duro trabajo del hombre es para su boca; y con todo eso, su alma no se sacia.

  • Eclesiastés 6:8

    ¿Qué ventaja tiene el sabio sobre el necio? ¿Qué gana el pobre que sabe conducirse ante los demás seres vivientes?

  • Eclesiastés 6:9

    Mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Sin embargo, esto también es vanidad y aflicción de espíritu.

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