• Eclesiastés 7:5

    Mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios.

  • Eclesiastés 7:6

    Porque la risa del necio es como el crepitar de las espinas debajo de la olla. Esto también es vanidad.

  • Eclesiastés 7:7

    Ciertamente la opresión entontece al sabio, y el soborno corrompe el corazón.

  • Eclesiastés 7:8

    Mejor es el fin del asunto que el comienzo. Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo.

  • Eclesiastés 7:9

    No te apresures en tu corazón a enojarte, porque el enojo reposa en el seno de los necios.

  • Eclesiastés 7:10

    No digas: “¿A qué se deberá que los tiempos pasados fueron mejores que estos?”. Pues no es la sabiduría la que te hace preguntar sobre esto.

  • Eclesiastés 7:11

    Mejor es la sabiduría con posesiones, y es una ventaja para los que ven el sol.

  • Eclesiastés 7:12

    Porque la protección de la sabiduría es como la protección del dinero, pero la ventaja de conocer la sabiduría es que da vida a los que la poseen.

  • Eclesiastés 7:13

    Considera la obra de Dios. Porque, ¿quién podrá enderezar lo que él ha torcido?

  • Eclesiastés 7:14

    En el día del bien, goza del bien; y en el día del mal, considera que Dios hizo tanto lo uno como lo otro, de modo que el hombre no puede descubrir nada de lo que sucederá después de él.

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