• Eclesiastés 9:1

    Ciertamente he dedicado mi corazón a todas estas cosas para aclarar todo esto: que los justos y sabios, y sus hechos, están en la mano de Dios. Si se trata del amor o del odio, el hombre no lo sabe. Todo lo que está delante de ellos

  • Eclesiastés 9:2

    es vanidada, puesto que a todos les sucede lo mismo: al justo y al impío, al bueno y al malob, al puro y al impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece. Como el bueno, así es el que peca; y el que jura, como el que teme el jurar.

Continúa después de la publicidad