• Ezequiel 43:2

    y he aquí que la gloria del Dios de Israel venía desde el oriente. Su estruendo era como el estruendo de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.

  • Ezequiel 43:3

    La visión que vi era como aquella visión que había visto cuando él vino para destruir la ciudad y como la visión que había visto junto al río Quebar. Y caí postrado sobre mi rostro.

  • Ezequiel 43:4

    La gloria del SEÑOR entró en el templo por la puerta que da al oriente.

  • Ezequiel 43:5

    Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo al atrio interior. Y he aquí que la gloria del SEÑOR llenó el templo.

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