• Hebreos 13:12

    Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre.

  • Hebreos 13:13

    Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta.

  • Hebreos 13:14

    Porque aquí no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir.

  • Hebreos 13:15

    Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

  • Hebreos 13:16

    No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen porque tales sacrificios agradan a Dios.

  • Hebreos 13:17

    Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos porque ellos velan por la vida de ustedes como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y sin quejarse pues esto no les sería provechoso.

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