• Hechos 12:8

    Entonces le dijo el ángel: — Cíñete y ata tus sandalias. Y así lo hizo. Luego le dijo: — Envuélvete en tu manto y sígueme.

  • Hechos 12:9

    Y habiendo salido, le seguía y no comprendía que lo que hacía el ángel era realidad. Más bien, le parecía que veía una visión.

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