• Hechos 16:19

    Pero cuando sus amos vieron que se les había esfumado su esperanza de ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los arrastraron a la plaza, ante las autoridades.

  • Hechos 16:20

    Al presentarlos ante los magistrados, dijeron: — ¡Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad!

  • Hechos 16:21

    ¡Predican costumbres que no nos es lícito recibir ni practicar, pues somos romanos!

  • Hechos 16:22

    Entonces el pueblo se levantó a una contra ellos. Y los magistrados les despojaron de sus ropas con violencia y mandaron azotarles con varas.

  • Hechos 16:23

    Después de golpearles con muchos azotes, los echaron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los guardara con mucha seguridad.

  • Hechos 16:24

    Cuando este recibió semejante orden, los metió en el calabozo de más adentro y sujetó sus pies en el cepo.

  • Hechos 16:25

    Como a la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos les escuchaban.

  • Hechos 16:26

    Entonces, de repente sobrevino un fuerte terremoto, de manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de todos se soltaron.

  • Hechos 16:27

    Cuando el carcelero despertó y vio abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada y estaba a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado.

  • Hechos 16:28

    Pero Pablo gritó a gran voz, diciendo: — ¡No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí!

  • Hechos 16:29

    Entonces él pidió luz y se lanzó adentro, y se postró temblando ante Pablo y Silas.

Continúa después de la publicidad