• Hechos 16:26

    Entonces, de repente sobrevino un fuerte terremoto, de manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de todos se soltaron.

  • Hechos 16:27

    Cuando el carcelero despertó y vio abiertas las puertas de la cárcel, sacó su espada y estaba a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado.

  • Hechos 16:28

    Pero Pablo gritó a gran voz, diciendo: — ¡No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí!

  • Hechos 16:29

    Entonces él pidió luz y se lanzó adentro, y se postró temblando ante Pablo y Silas.

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