• Hechos 21:11

    Al llegar a nosotros, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: — Esto dice el Espíritu Santo: “Al hombre a quien pertenece este cinto, lo atarán así los judíos en Jerusalén, y le entregarán en manos de los gentiles”.

  • Hechos 21:12

    Cuando oímos esto, nosotros y también los de aquel lugar le rogamos que no subiera a Jerusalén.

  • Hechos 21:13

    Entonces Pablo respondió: — ¿Qué hacen llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy listo no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.

  • Hechos 21:14

    Como él no se dejaba persuadir, desistimos diciendo: — Que se haga la voluntad del Señor.

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