• Jeremias 12:4

    ¿Hasta cuándo ha de estar de duelo la tierra, y se secará la hierba de todo campo? Por la maldad de los que habitan en ella han perecido los animales y las aves; porque dijeron: “Él no verá nuestro final”.

  • Jeremias 12:5

    — Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo competirás con los caballos? Y si en tierra de paz te caes al suelo, ¿qué harás en la espesura del Jordán?

  • Jeremias 12:6

    Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre te han traicionado; aun ellos gritan detrás de ti con fuerte voz. No les creas, aunque te hablen de bondades.

  • Jeremias 12:7

    He abandonado mi casa, he desamparado mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos.

  • Jeremias 12:8

    Mi heredad llegó a ser para mí como el león en el bosque. Contra mí levantó su voz; por tanto, la aborrecí.

Continúa después de la publicidad