• Jeremias 4:8

    Por eso, cíñanse de cilicio. Lamenten y giman, porque el ardor de la ira del SEÑOR no se ha apartado de nosotros.

  • Jeremias 4:9

    “Y sucederá en aquel día que desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los magistrados, dice el SEÑOR. Los sacerdotes quedarán horrorizados y los profetas quedarán atónitos”.

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