• Jonás 2:6

    Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para siempre. Pero tú hiciste subir mi vida de la fosa, ¡oh SEÑOR Dios mío!

  • Jonás 2:7

    Cuando mi alma desfallecía dentro de mí me acordé del SEÑOR; y mi oración llegó hasta ti, a tu santo templo.

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