• Jonás 2:6

    Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para siempre. Pero tú hiciste subir mi vida de la fosa, ¡oh SEÑOR Dios mío!

  • Jonás 2:7

    Cuando mi alma desfallecía dentro de mí me acordé del SEÑOR; y mi oración llegó hasta ti, a tu santo templo.

  • Jonás 2:8

    Los que veneran las vanidades ilusorias abandonan su lealtad.

  • Jonás 2:9

    Pero yo te ofreceré sacrificio con voz de alabanza. Lo que prometí haciendo votos lo cumpliré. ¡La salvación pertenece al SEÑOR!”.

Continúa después de la publicidad