• Marco 10:15

    De cierto les digo que cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño jamás entrará en él”.

  • Marco 10:16

    Entonces, tomándolos en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendijo.

  • Marco 10:17

    Cuando salía para continuar su camino, un hombre vino corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: — Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?

  • Marco 10:18

    Pero Jesús le dijo: — ¿Por qué me llamas “bueno”? Ninguno es bueno, sino solo uno, Dios.

  • Marco 10:19

    Tú conoces los mandamientos: No cometas homicidio, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.

  • Marco 10:20

    Pero él le dijo: — Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud.

  • Marco 10:21

    Entonces, al mirarlo Jesús, le amó y le dijo: — Una cosa te falta: Anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

  • Marco 10:22

    Pero él, abatido por esta palabra, se fue triste porque tenía muchas posesiones.

  • Marco 10:23

    Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: — ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!

  • Marco 10:24

    Los discípulos se asombraron por sus palabras; pero Jesús, respondiendo de nuevo, les dijo: — Hijitos, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios!.

  • Marco 10:25

    Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

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