• Marco 11:2

    y les dijo: — Vayan a la aldea que está frente a ustedes y, cuando hayan entrado allí, en seguida hallarán atado un borriquillo sobre el cual ningún hombre ha montado. Desátenlo y tráiganlo.

  • Marco 11:3

    Y si alguien les dice: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita, y luego lo enviará aquí otra vez”.

  • Marco 11:4

    Ellos fueron y hallaron el borriquillo atado a la puerta, afuera, en la esquina de dos calles, y lo desataron.

  • Marco 11:5

    Algunos de los que estaban allí les dijeron: — ¿Qué hacen desatando al borriquillo?

  • Marco 11:6

    Ellos les dijeron tal como Jesús les había dicho, y los dejaron ir.

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