• Marco 8:12

    Él suspiró profundamente en su espíritu y dijo: “¿Por qué pide esta generación una señal? De cierto les digo que a esta generación no se le dará ninguna señal”.

  • Marco 8:13

    Y dejándolos, volvió a entrar en la barca y cruzó a la otra orilla.

  • Marco 8:14

    Se habían olvidado de llevar pan, y no tenían consigo en la barca sino un solo pan.

  • Marco 8:15

    Y él les mandó, diciendo: — Miren; guárdense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.

  • Marco 8:16

    Ellos discutían los unos con los otros, porque no tenían pan.

  • Marco 8:17

    Como Jesús lo entendió, les dijo: — ¿Por qué discuten? ¿Porque no tienen pan? ¿Todavía no entienden ni comprenden? ¿Tienen endurecido su corazón?

  • Marco 8:18

    Teniendo ojos, ¿no ven? Teniendo oídos, ¿no oyen? ¿No se acuerdan?

  • Marco 8:19

    Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron? Ellos dijeron: — Doce.

  • Marco 8:20

    — Y cuando repartí los siete panes entre los cuatro mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos recogieron? Ellos dijeron: — Siete.

  • Marco 8:21

    Él les preguntó: — ¿Todavía no comprenden?

  • Marco 8:22

    Jesús fue a Betsaida, y le trajeron un ciego y le rogaban que lo tocara.

  • Marco 8:23

    Entonces, tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea. Después de mojarle los ojos con saliva e imponerle las manos le preguntó: — ¿Ves algo?

  • Marco 8:24

    Al mirar, él decía: — Veo a los hombres, pero los veo como árboles que andan.

  • Marco 8:25

    Luego puso otra vez las manos sobre sus ojos, y el ciego miró intensamente. Y fue restaurada su vista, y veía todo de lejos y claramente.

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