• Nehemías 4:4

    ¡Escucha, oh Dios nuestro, porque somos objeto de desprecio! Devuelve su afrenta sobre sus cabezas, y entrégalos como presa en una tierra de cautividad.

  • Nehemías 4:5

    No cubras su iniquidad ni su pecado sea borrado de delante de ti, porque provocaron a los que edificaban.

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