• Romanos 1:20

    Porque lo invisible de él — su eterno poder y deidad — se deja ver desde la creación del mundo, siendo entendido en las cosas creadas de modo que no tienen excusa.

  • Romanos 1:21

    Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebrecido.

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