Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora decís: Vemos; por tanto vuestro pecado permanece.

Jesús hace aquí la aplicación, extrae la moraleja de los acontecimientos relacionados con la curación del ciego. Él anuncia que una de las funciones de Su oficio es llevar a cabo el juicio, poner en ejecución cierta separación. Aquellos que estaban espiritualmente ciegos y se dieron cuenta de su lamentable condición deberían recibir la vista, mientras que aquellos que se creían dotados de vista espiritual y moral, cuando en realidad estaban irremediablemente ciegos en asuntos espirituales, deberían ser irremediablemente oscurecidos en su propia vanidad.

Véase Luca 2:34 . Algunos de los fariseos, que, como de costumbre, seguían Sus pasos y observaban cada una de Sus palabras, sintieron el aguijón de la última palabra del Señor. Con desdén preguntan: ¡Muy probablemente también nos consideres ciegos! Y Jesús no perdió tiempo en darles su respuesta. Si su ceguera, su incapacidad natural para todo lo que es bueno ante Dios, fuera conocida por ellos, entonces habría alguna posibilidad de hacerlo.

sanándolos de su ceguera. Pero mientras no se den cuenta de su lamentable condición, mientras no conozcan y no quieran reconocer su propia perversidad y oscuridad en asuntos espirituales, su pecado permanece, quedan en la condenación de su ceguera, con la condenación futura. que implica. Los fariseos rechazaron la Palabra de Cristo, la única que puede dar luz a los ciegos.

Y por tanto, ellos, y todos los que siguen su necio ejemplo, son golpeados por el juicio de Dios, según el cual Su búsqueda misericordiosa de ellos es finalmente abandonada, y son abandonados al destino que deliberadamente han preferido a la misericordia del Salvador. . De modo que los incrédulos son abandonados a su destino elegido por ellos mismos, la gracia de Dios les es retirada, y la Palabra de misericordia todavía se predica en su presencia, a fin de que se ofendan aún más y se endurezcan para su propia destrucción.

Resumen. Cristo sana a un hombre que nació ciego y enseña a los gobernantes judíos, que hacen todo lo posible para estropear el efecto del milagro, que Él, la Luz de los ciegos, tanto interna como externamente, ha venido a dar vista a los ciegos y para quitar la vista de los que se jactan de su conocimiento espiritual.

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