• 1 Reyes 8:7

    Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, de modo que los querubines cubrían el arca y sus varas por encima.

  • 1 Reyes 8:8

    Las varas eran tan largas que los extremos de las varas se podían ver desde el lugar santo, que estaba delante del santuario interior; pero no se podían ver desde afuera. Y allí han quedado hasta el día de hoy.

  • 1 Reyes 8:9

    Ninguna cosa había en el arca, excepto las dos tablas de piedra que Moisés había colocado allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.

  • 1 Reyes 8:10

    Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa del SEÑOR.

  • 1 Reyes 8:11

    Y los sacerdotes no pudieron continuar sirviendo por causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR había llenado la casa del SEÑOR.

  • 1 Reyes 8:12

    Entonces Salomón dijo: “El SEÑOR ha dicho que él habita en la densa oscuridad.

  • 1 Reyes 8:13

    Ciertamente te he edificado una casa sublime, una morada donde habites para siempre”.

  • 1 Reyes 8:14

    El rey se volvió y bendijo a toda la congregación de Israel. Y toda la congregación de Israel estaba de pie.

  • 1 Reyes 8:15

    Entonces dijo: “Bendito sea el SEÑOR Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que con su boca prometió a mi padre David, diciendo:

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