• 1 Samuel 20:24

    David se escondió en el campo. Y cuando llegó la luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer.

  • 1 Samuel 20:25

    Como solía, el rey se sentó en su silla, la silla junto a la pared. Jonatán se levantó, y Abner se sentó al lado de Saúl; pero el lugar de David quedó vacío.

  • 1 Samuel 20:26

    Aquel día Saúl no dijo nada, pues pensó: “Algo le habrá acontecido, y no está purificado. Seguramente no está purificado”.

  • 1 Samuel 20:27

    Pero sucedió que al día siguiente, el segundo día después de la luna nueva, el asiento de David quedó vacío, por lo que Saúl preguntó a su hijo Jonatán: — ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí ni ayer ni hoy?

  • 1 Samuel 20:28

    Jonatán respondió a Saúl: — David me pidió encarecidamente que lo dejara ir a Belén.

  • 1 Samuel 20:29

    Él me dijo: “Por favor, déjame ir, porque los de mi familia tenemos un sacrificio en la ciudad, y mi hermano me lo ha ordenado. Por eso, si he hallado gracia ante tus ojos, permite que me vaya y visite a mis hermanos”. Por eso no ha venido a la mesa del rey.

  • 1 Samuel 20:30

    Entonces Saúl se enfureció contra Jonatán y le dijo: — ¡Hijo de la corrompida y rebelde! ¿Acaso no sé que tú has elegido al hijo de Isaí, para vergüenza tuya y para vergüenza de la desnudez de tu madre?

  • 1 Samuel 20:31

    Todo el tiempo que el hijo de Isaí viva sobre la tierra ni tú estarás firme ni tu reino. Manda, pues, a traérmelo, porque ha de morir.

  • 1 Samuel 20:32

    Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: — ¿Por qué tiene que morir? ¿Qué ha hecho?

  • 1 Samuel 20:33

    Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo, por lo que Jonatán entendió que estaba decidido de parte de su padre el dar muerte a David.

  • 1 Samuel 20:34

    Jonatán se levantó de la mesa ardiendo en ira, y no comió el segundo día después de la luna nueva, pues estaba triste por causa de David; porque su padre lo había afrentado.

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