• 1 Timoteo 3:3

    no dado al vino, no violento sino amable, no contencioso ni amante del dinero.

  • 1 Timoteo 3:4

    Que gobierne bien su casa y tenga a sus hijos en sujeción con toda dignidad.

  • 1 Timoteo 3:5

    Porque si alguien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?

  • 1 Timoteo 3:6

    Que no sea un recién convertido para que no se llene de orgullo y caiga en la condenación del diablo.

Continúa después de la publicidad