• 2 Corintios 2:1

    Así que decidí en mí mismo no ir otra vez a ustedes con tristeza.

  • 2 Corintios 2:2

    Porque si yo les causo tristeza, ¿quién será luego el que me alegre sino aquel a quien yo causé tristeza?

  • 2 Corintios 2:3

    Y a pesar de que estoy confiado en todos ustedes de que mi gozo es el mismo de todos ustedes, les escribo esto mismo para que cuando llegue no tenga tristeza por causa de aquellos por quienes me debiera gozar.

  • 2 Corintios 2:4

    Porque les escribí en mucha tribulación y angustia de corazón, y con muchas lágrimas; no para entristecerlos sino para que sepan cuán grande es el amor que tengo por ustedes.

  • 2 Corintios 2:5

    Si alguno ha causado tristeza, no me ha entristecido solo a mí sino, en cierta medida (para no exagerar), a todos ustedes.

  • 2 Corintios 2:6

    Basta ya para dicha persona la reprensión de la mayoría.

  • 2 Corintios 2:7

    Así que, más bien, debieran perdonarla y animarla, para que no sea consumida por demasiada tristeza.

  • 2 Corintios 2:8

    Por lo tanto, les exhorto a que reafirmen su amor para con ella.

Continúa después de la publicidad