• 2 Crónicas 32:6

    También designó comandantes de guerra sobre el pueblo; y los hizo reunir ante él en la plaza de la puerta de la ciudad, y les habló al corazón diciendo:

  • 2 Crónicas 32:7

    “Esfuércense y sean valientes; no teman ni desmayen ante el rey de Asiria ni ante toda la multitud que viene con él; porque más poderoso es el que está con nosotros que el que está con él.

  • 2 Crónicas 32:8

    Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está el SEÑOR, nuestro Dios, para ayudarnos y para llevar a cabo nuestras batallas”. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías, rey de Judá.

  • 2 Crónicas 32:9

    Después de esto Senaquerib, rey de Asiria, que estaba sitiando Laquis con todas sus fuerzas, envió sus servidores a Jerusalén para decir a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:

  • 2 Crónicas 32:10

    “Así ha dicho Senaquerib, rey de Asiria: ¿En qué confían ustedes que permanecen sitiados en Jerusalén?

  • 2 Crónicas 32:11

    ¿No los engaña Ezequías, para entregarlos a morir de hambre y de sed, diciendo: ‘El SEÑOR nuestro Dios nos librará de mano del rey de Asiria’?

  • 2 Crónicas 32:12

    ¿No es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ‘Delante de un solo altar adorarán, y sobre él quemarán incienso’?

  • 2 Crónicas 32:13

    ¿No saben lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de aquellas tierras? ¿Pudieron los dioses de las naciones de aquellas tierras librar sus tierras de mi mano?

  • 2 Crónicas 32:14

    ¿Cuál de todos los dioses de aquellas naciones que mis padres destruyeron por completo pudo salvar a su pueblo de mi mano, para que el dios de ustedes pueda librarlos de mi mano?

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