• 2 Pedro 3:5

    Pues bien, por su propia voluntad pasan por alto esto: que por la palabra de Dios existían desde tiempos antiguos los cielos, y la tierra que surgió del agua y fue asentada en medio del agua.

  • 2 Pedro 3:6

    Por esto el mundo de entonces fue destruido, inundado en agua.

  • 2 Pedro 3:7

    Pero por la misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen están reservados para el fuego; guardados hasta el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos.

  • 2 Pedro 3:8

    Pero, amados, una cosa no pasen por alto: que delante del Señor un día es como mil años y mil años como un día.

  • 2 Pedro 3:9

    El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con ustedes porque no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento.

  • 2 Pedro 3:10

    Pero el día del Señor vendrá como ladrón. Entonces los cielos pasarán con grande estruendo; los elementos, ardiendo, serán deshechos; y la tierra y las obras que están en ella serán consumidas.

  • 2 Pedro 3:11

    Ya que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en conducta santa y piadosa,

  • 2 Pedro 3:12

    aguardando y apresurándose para la venida del día de Dios! Por causa de ese día los cielos, siendo encendidos, serán deshechos; y los elementos, al ser abrasados, serán fundidos.

  • 2 Pedro 3:13

    Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia.

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