• 2 Reyes 10:12

    Jehú partió y se dirigió a Samaria, y en el camino llegó a Bet-equed de los pastores.

  • 2 Reyes 10:13

    Y Jehú encontró allí a los hermanos de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: — ¿Quiénes son ustedes? Ellos respondieron: — Somos hermanos de Ocozías y hemos descendido para saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina madre.

  • 2 Reyes 10:14

    Entonces él dijo: — ¡Préndanlos vivos! Y después que los prendieron vivos, degollaron junto al pozo de Bet-equed a cuarenta y dos hombres, sin dejar con vida a ninguno de ellos.

  • 2 Reyes 10:15

    Jehú partió de allí y encontró a Jonadab hijo de Recab, que venía a su encuentro. Y después de saludarlo le preguntó: — ¿Es recto tu corazón, como mi corazón es recto con tu corazón? Jonadab respondió: — Sí, lo es. Entonces Jehú dijo: — Si lo es, ¡dame la mano! Y le dio la mano. Luego lo hizo subir con él al carro,

  • 2 Reyes 10:16

    y dijo: — Ven conmigo y verás mi celo por el SEÑOR. Y lo hizo subir a su carro.

  • 2 Reyes 10:17

    Entonces, cuando Jehú llegó a Samaria, mató a todos los de Acab que habían quedado allí, hasta exterminarlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado a Elías.

  • 2 Reyes 10:18

    Entonces Jehú reunió a todo el pueblo y les dijo: — Acab sirvió poco a Baal; Jehú le servirá mucho.

  • 2 Reyes 10:19

    Ahora pues, convóquenme a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos y a todos sus sacerdotes, sin que falte ni uno; porque voy a ofrecer un gran sacrificio a Baal. Cualquiera que falte no vivirá. Jehú hacía esto con astucia, para destruir a los que rendían culto a Baal.

  • 2 Reyes 10:20

    Entonces dijo Jehú: — ¡Consagren una asamblea festiva para Baal! Y ellos la convocaron.

  • 2 Reyes 10:21

    Entonces Jehú envió mensajeros por todo Israel, y todos los siervos de Baal llegaron, sin que nadie dejara de venir. Y entraron en el templo de Baal, el cual se llenó de extremo a extremo.

  • 2 Reyes 10:22

    Entonces Jehú dijo al que estaba a cargo del vestuario: — Saca vestiduras para todos los siervos de Baal. Y él sacó las vestimentas para ellos.

  • 2 Reyes 10:23

    Luego entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los siervos de Baal: — Busquen y vean que no haya aquí entre ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino solo los siervos de Baal.

  • 2 Reyes 10:24

    Cuando entraron para ofrecer los sacrificios y los holocaustos, Jehú colocó afuera ochenta hombres diciéndoles: — ¡Cualquiera que deje escapar a alguno de los hombres que yo he puesto en sus manos, su vida responderá por la de él!

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