• 2 Reyes 18:4

    Quitó los lugares altos, rompió las piedras rituales, cortó los árboles rituales de Asera e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta aquel entonces los hijos de Israel le quemaban incienso. Y la llamó Nejustán.

  • 2 Reyes 18:5

    Ezequías puso su esperanza en el SEÑOR Dios de Israel. Ni antes ni después de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá,

  • 2 Reyes 18:6

    porque fue fiel al SEÑOR y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que el SEÑOR había mandado a Moisés.

  • 2 Reyes 18:7

    El SEÑOR estaba con él, y tuvo éxito en todas las cosas que emprendió. Se rebeló contra el rey de Asiria y dejó de servirle.

  • 2 Reyes 18:8

    Derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus territorios, desde las torres de los centinelas hasta la ciudad fortificada.

  • 2 Reyes 18:9

    Aconteció en el cuarto año del rey Ezequías, que era el séptimo año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, que Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Samaria y la sitió.

  • 2 Reyes 18:10

    La tomaron al cabo de tres años; es decir, Samaria fue tomada en el sexto año de Ezequías, que era el noveno año de Oseas, rey de Israel.

  • 2 Reyes 18:11

    El rey de Asiria llevó cautivos a los israelitas a Asiria y los puso en Halaj y en el Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos;

  • 2 Reyes 18:12

    por cuanto no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios, sino que quebrantaron su pacto. No escucharon ni pusieron por obra todas las cosas que había mandado Moisés, siervo del SEÑOR.

  • 2 Reyes 18:13

    En el año catorce del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.

  • 2 Reyes 18:14

    Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria, en Laquis: “Yo he fallado. Apártate de mí, y pagaré lo que me impongas”. El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, diez mil kilos de plata y mil kilos de oro.

  • 2 Reyes 18:15

    Entonces le dio Ezequías toda la plata que se hallaba en la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey.

  • 2 Reyes 18:16

    En aquel tiempo Ezequías desmanteló las puertas del templo del SEÑOR y sus marcos, que el mismo Ezequías, rey de Judá, había recubierto de oro, y se los dio al rey de Asiria.

  • 2 Reyes 18:17

    Después el rey de Asiria envió al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces, con un poderoso ejército, desde Laquis al rey Ezequías, en Jerusalén. Subieron y llegaron a Jerusalén. Y habiendo subido y llegado, se detuvieron junto al acueducto del estanque de arriba, que está en el camino del Campo del Lavador.

  • 2 Reyes 18:18

    Luego llamaron al rey, y salieron hacia ellos Eliaquim hijo de Hilquías, el administrador del palacio; Sebna, el escriba; y Jóaj hijo de Asaf, el cronista.

  • 2 Reyes 18:19

    Entonces les dijo el Rabsaces: — Digan a Ezequías que así ha dicho el gran rey, el rey de Asiria: “¿Qué confianza es esa en que confías?

  • 2 Reyes 18:20

    Tú has dicho tener plan y poderío para la guerra, pero solo son palabras de labios. Pero ahora, ¿en quién confías para que te hayas rebelado contra mí?

  • 2 Reyes 18:21

    He aquí que ahora tú confías en Egipto, en ese bastón de caña cascada, que a cualquiera que se apoye sobre ella, le entrará por la mano y se la atravesará. Así es el faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.

  • 2 Reyes 18:22

    Pero si me dicen: ‘Confiamos en el SEÑOR nuestro Dios’, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ‘Delante de este altar adorarán en Jerusalén’?”.

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